domingo, 19 de septiembre de 2010

ARRANCANDO LA CULPA DESDE LA RAIZ

Te sientes culpable por algo?, ¿Has intentado alguna vez superar ese sentimiento?, ¿Pudiste lograrlo?,  ¿ Si no pudiste, sabes por qué? Primero   La Culpa es el sentimiento de haber roto una promesa (expresa o no), o que cometimos un error o creemos que hicimos algo mal o que se lo podríamos hacer a alguien con determinada acción ó actitud. Y trae aparejado el esperar un castigo, sintiéndose impotente para evitarlo.

Esta emoción conocida como debilidad humana no permite  apartar la vista del actuar y sentir, y  la consideración por el otro aparece sólo por miedo al castigo del que se cree que será víctima. Y comienza desde niño con el temor a dejar de ser querido si no hace lo que le dice.
No es el amor a uno mismo y al prójimo lo que mueve al individuo en su hacer y emocionar, sino el miedo y su desvalorización.

La culpa no solo hace  daño  al que la siente, sino a su entorno pues acarrea un gran costal llamado Resentimientos… porque “Tú eres el culpable de no dejarme hacer lo que yo quisiera”...  ó me resiento conmigo ya que me siento culpable “Por no Hacer lo que yo deseaba”. Y a veces la suma de los dos. Y si vamos más a fondo,  si un antepasado cometió un error (una falta o un pecado) y se sintió culpable por ello, no sólo se perjudicó a el mismo, sino que también  grabó en sí mismo,  en su propio inconciente, ese sentimiento de culpa ante esa situación, transmitiéndoselo a sus descendientes a través de la cadena filial del programa de vida. Esto a su vez puede ir creciendo , estableciendose un entrenamiento y potenciación de la culpa a través de generaciones



Lo más común es que este sentimiento provenga  de espacios de disfrute, es decir... “culpa de gozar”. Por lo general existe una relación entre gozar, decidir y valorarse, esto es lo que ha sido definido a nivel clínico como trilogía de culpa . Esta relación  grabada en nuestro inconciente  proviene de situaciones en que estos tres factores están presentes y se da específicamnete (la mayoría de las veces) por una culpa de origen sexual. Y ante cualquier experiencia satisfactoria este circuito emocional tan simple y negativo puede aparecer: Gozar, Culparse y Desvalorizarse

La culpa es un sentimiento que puede generar o favorecer una  enfermedad, ya que si nos sentimos culpables inconcientemente de la acción del algún órgano del cuerpo, tendemos a enfermarlo (Elizabeth Kübbler Röss). Una enfermedad que está asociada con un fuerte sentimiento de culpa a través de varias generaciones es el cáncer de mamas o de útero en las mujeres. Es común encontrar cánceres de próstata en hombres que se sienten culpables de haberles sido infiel a su mujer.

Existe una máxima filosófica que dice así: “Así como piensas eres”, y lo que somos es nuestro ser interno, nuestros pensamientos se encuentran en nuestro interior, dentro de nuestra mente, así podemos deducir que somos lo que guardamos dentro. Y, ¿si lo que guardamos dentro son secretos “oscuros” que nos hacen sentir “indignos”?, como crees que podemos ser entonces, seremos simplemente un reflejo de eso que guardamos, por eso es importante elegir apropiadamente lo que ingerimos como alimento interno a través de nuestros sentidos.

Entonces decimos, algo con raíces tan profundas, como poder enfrentarlo y trabajarlo?

Al volvernos conscientes de cómo funcionan los mecanismos de la culpa y como hemos permitido que nos afecten mientras les permitimos hacerlo, nos damos cuenta que está a nuestro alcance superarlos, y comprendemos que hacerlo es parte de nuestro proceso de crecimiento y fortalecimiento como seres humanos. Recordemos que no podemos cambiar a las demás personas, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos, y al hacerlo estamos influyendo en un cambio en el medio que nos rodea. Consideremos también que no es nuestra responsabilidad cambiar a nadie más que a nosotros mismos, pero es sensato respetar las elecciones de los demás.

Siempre nos tenemos que sentir merecedores y agradecidos de lo que somos, de lo que tenemos o queremos tener, en todos los aspectos y estar orgullosos de ello. El sentimiento opuesto a la culpa es el del amor a uno mismo, el orgullo  afianza nuestra salud. Esto  no es vanidad, sino confiar en Dios, en los demás  y autoconfianza

 Un autoanálisis (solo en una verdadera introspección) o guiado (terapeuta, coach, psicólogo, programa, etc) ayudará a ir identificando en cuales instintos se encuentra arraigada la culpa (sexual, material, social, emocional), para entonces proceder a reconocer, enfrentar, auto-perdonar o perdonar a otros estando en una verdadera conexión mente y espíritu, para luego liberar. La culpa es un sentimiento de Amor distorsionado.... y eso es...lo contrario a la experiencia de Vivir en Libertad

No hay comentarios:

Publicar un comentario