Hoy mientras meditaba en la mañana estuve pensando escribir sobre escuchar nuestra voz interior. Ahora que regresé del hospital de ver a mi hermoso sobrino Daniel Abdel, recién nacido, observaba la maravilla que somos los seres humanos. Veía a esa personita que es un ángel y me decía que habrá en su cabecita en este momento? Y cargándolo le pedía a Dios que le concediera una vida llena de escenarios positivos y que fuera menos lo negativo que su mente llegase a generar, y que le permitiese siempre escuchar su voz interior y la voz de Dios… y ahora entonces escribo lo que siento.
Cada día de nuestra vida es un nuevo escenario para nuestra mente ya que la misma se carga con nuevos pensamientos e ideas que se forman a través de nuestra percepción. Nuestros sentidos trabajan arduamente para recoger información que va a nuestro cerebro la cual es procesada y da como resultado una idea o pensamiento. Sin darte cuenta ya estás pensando en algo nuevo, o quizás en una situación que viviste el día anterior, quizás en el día que te espera, o quizás en lo bueno que quieres hacer ese día para que sea mejor.
Cuando los pensamientos no van cónsonos con nuestro desarrollo personal en positivo debido a estar enfocados en los problemas, más que en la soluciones, detrás de todo eso siempre hay una vocecita en tu interior que quiere mejorar, que está luchando constantemente por tu superación para que no te estaques. Esta voz interior le cuesta salir que la tomes en cuenta pues lo que nuestra mente genera de forma negativa no se lo permite. Es por ello que surgen en nuestra cabeza los dilemas o dudas… pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde proviene esa vocecita que parece que te estropea el día con pensamientos negativos?
En la niñez eramos como una esponja que absorbía todo lo que percibíamos del exterior. Las experiencias que hemos vivido han marcado muchos rasgos de nuestra personalidad y sumadas a la forma que actuamos debido a nuestro temperamento ( ya sea melancólico, flemático, colérico o sanguíneo) han hecho de nosotros quienes somos al día de hoy. Es muy probable que te hayas caído por correr muy rápido y tengas una cicatriz en la rodilla de tu pierna izquierda y que en esa etapa te ponías a llorar, entonces acumulabas una experiencia más. Esa fue una experiencia física pero también hay experiencias emocionales. Suele suceder que las personas con situaciones de baja autoestima y que se dejan influenciar por los pensamientos de otras personas quizás hayan tenido un familiar (padre o una madre quienes son los seres que más cercanos tenemos por lo general los que más nos aman) que les haya dicho frases como: ”Eres muy torpe haciendo esto”, ”No sirves para nada”. Asumían que ellos tenían la razón, por lo cual la opinión personal no contaba.
Estas frases, almacenadas en el inconsciente (cerebro reptil) han ido haciendo un eco y siguen expandiéndose hasta ahora. Lo peor de todo es que podrían haberse intensificado creando un efecto dominó. Es por ello que muchas veces sin que lo queramos, esos pensamientos negativos aparecen y están allí para hacerte un mal día. Entonces… cual es la situación actual versus la situación vivida? Que ya NO eres ese niño o niña que absorbía todo como esponja, ahora eres una persona responsable que debe decidir lo que quieres aprender y percibir del exterior, eres responsable de decidir por ti mismo y confiar en tus capacidades para afrontar el camino que escojas.
Todo es cuestión DECISION. Por ejemplo, si decidimos cambiar es importante generarnos nuevos hábitos. Cada día más escucho que es necesario practicar de forma consecutiva una acción por 21 días para que se torne un hábito en nuestra vida. En otras palabras, a base de repetidas acciones podemos implementar verdaderos cambios en nuestras creencias para llevar una vida extraordinaria.
Una de las primeras acciones que debes tener como estrategia es aprender el equilibro y control de las emociones… Aprende a controlarlas para que puedas generar cambio a pensamientos positivos ya que de esa manera tú mismo te vas haciendo más independiente en tu manera de pensar. Es ahí cuando notarás que tienes más poder de decidir por ti mismo. Tu voz interior que quiere mejorar está ahí, el rival también. La verdadera lucha es contigo y todos esos monstruos que los demás han depositado en ti. Porque cuando quieres tomar una decisión esos pensamientos destructivos aparecen por ahí para hacerte dudar mucho y es en ese momento cuando quieres aferrarte a las opiniones de los demás.
Conéctate con tu interior… hazlo para lograr un real cambio en tu vida y sobre todo, un contacto más consciente y cercano con Dios, como tú lo concibas, obteniendo una conexión mente y espíritu que te dará resultados a nivel personal jamás alcanzados.
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